Las fiestas navideñas ya están aquí. Las calles de las ciudades se inundan de luz, el frío acompaña nuestros paseos y el espíritu de las fiestas nos hace volver, al menos durante unos días, a la infancia. Todo lo que nos rodea se transforma y engalana para recibir estas fechas y, como no puede ser de otra manera, nuestra casa también debe “vestirse” de la forma adecuada para estos días tan especiales.