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Martes, 03 de Septiembre de 2013

El larguísimo verano escolar toca a su fin. Llega el momento de recoger toallas, flotadores y bañadores y, a pesar de las protestas, volver al cole. A medida que los niños crecen, se debe ir adaptando el cuarto a sus necesidades y a sus aficiones. Si ya son adolescentes no querrán ni juguetes ni peluches, necesitan su propio espacio diseñado a su gusto.

 

Customiza tus venecianas



La habitación es el lugar en el que los jóvenes pasan más tiempo a lo largo del día y la decoración debe contribuir al desarrollo de su carácter, ayudarle a concentrarse cuando necesite estudiar y a sentirse seguro y cómodo. Lo ideal, si tenemos el espacio suficiente, es crear un lugar para el ocio, otro para relajarse, y otro para estudiar. Y no olvidemos, que si ya son un poco mayores, deben dar su opinión sobre qué les gusta o no y que participen en la elección de muebles y colores.

 

Para favorecer el estudio es imprescindible hacerse con un buen escritorio y el mejor lugar para colocarlo, siempre es cerca de la ventana. La iluminación natural es muchísimo mejor que la artificial para leer. Para decorar las ventanas y regular la entrada de luz en la habitación, podemos hacernos con unas venecianas. Las nuevas tecnologías permiten personalizarlas al máximo de manera que podrás imprimir las lamas de las mismas con la foto que más os guste, el poster de algún ídolo musical o un original estampado. Debes escoger, también, una buena lámpara para las noches o días nublados. A ser posible hazte con una de pie, que puedas mover a tu gusto cuando lo necesites. No olvides colocar sobre el escritorio algunas estanterías que servirán para dejar los apuntes, libros y carpetas.

 

Veneciana Colonial La elección del color para las paredes de la habitación, no es cuestión baladí. Según el Fen Shui, un ancestral sistema chino de estética que utiliza la doctrina taoísta para ayudar a mejorar la vida, hay varios colores que resultan “beneficiosos” para las habitaciones de los adolescentes.

 

El verde claro, por ejemplo, es un color que aporta creatividad. Es el tono dominante del mundo vegetal y simboliza la expansión y el crecimiento. Para un cuarto joven debe usarse, pero sin excederse. Los colores tierra son también una buena elección, ya que aportan seguridad y estabilidad, ayudando a la relajación y a la claridad mental. Otros colores suaves como el salmón, rosa, vainilla y violeta, generan también tranquilidad y favorecen la concentración en el estudio. Imprescindible, además, que la habitación esté siempre bien ventilada, ni muy fría ni demasiado caliente.

 

Por último, aunque no por ello menos importante, recuerda que el orden y la organización son imprescindibles para evitar distracciones. Ten cada cosa en su lugar, un bote para los lápices, un cajón para el papel, una cesta para la basura… y procura que el escritorio está siempre limpio y ordenado.

 

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