El larguísimo verano escolar toca a su fin. Llega el momento de recoger toallas, flotadores y bañadores y, a pesar de las protestas, volver al cole. A medida que los niños crecen, se debe ir adaptando el cuarto a sus necesidades y a sus aficiones. Si ya son adolescentes no querrán ni juguetes ni peluches, necesitan su propio espacio diseñado a su gusto.